La segunda jornada del Ciclo de Seminarios CEDENNA abordó cómo la nanotecnología puede aportar a la producción de alimentos inocuos, reduciendo la cantidad de fertilizantes y plaguicidas que se utilizan en los campos. Y a la vez, desde el prisma de la nanoseguridad, la importancia de considerar el impacto que los nanomateriales pueden tener en suelos y plantas.
La jornada se realizó en el auditorio del Edificio Centros de Investigación REM, con participación de investigadores y estudiantes del centro quienes participaron activamente con preguntas y opiniones al término de las exposiciones de los Dres. Mauricio Escudey (CEDENNA) y Rafael Freire (Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA).
En su charla, el Dr. Freire explicó como la nanotecnología puede ayudar a disminuir la cantidad de insumos que se utilizan en la agricultura, como fertilizantes y plaguicidas, que si bien tienen el objetivo de incrementar el rendimiento también pueden afectar el la inocuidad alimentaria y el medioambiente.
Luego, con el fin de intercambiar ideas con los asistentes, el Dr. Escudey comenzó su exposición con la interrogante: ¿Cómo se ven afectados el suelo y el agua al aplicar nanomateriales manufacturados? El investigador señaló que “existen impactos directos e indirectos. Los primeros son productos desarrollados para ser aplicados directamente al suelo o a las plantas: como lo son los nanofertilizantes, nanopesticidas y nanoremediación y, por otro lado, los impactos indirectos vienen de productos que son utilizados con fines diversos que terminan en el suelo o el agua, como los nanoplásticos.
“Lo más significativo, es la carencia de conocimientos básicos que permitan abarcar un rango amplio de potenciales problemas. Se desconoce el comportamiento de los nanomateriales a largo plazo en el medio ambiente y en los suelos, los nanomateriales podrían contribuir a la distribución de contaminantes o a la acumulación con riesgo hacía la cadena trófica”, precisó.
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