Carta enviada a las editoriales de medios de prensa por integrantes del centro CEDENNA.
Señor Director:
Una enseñanza que debemos extraer de esta pandemia es que los gobiernos que ignoran los consejos de la ciencia pierden una oportunidad crucial para actuar en forma eficiente y efectiva al proteger a su población.
Ya Charles Darwin había observado que la especie que sobrevive no es la más fuerte, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta. Y así como él, el economista L. Thurow comentó acertadamente que en el siglo XXI las habilidades educacionales de los recursos humanos serían el arma competitiva dominante. Ambas declaraciones evidencian la importancia de la ciencia básica y del conocimiento para el futuro de cada nación.
Si bien la ciencia básica no puede ser evaluada por resultados inmediatos, los beneficios económicos de la investigación científica son siempre consecuencia de avances fundamentales del conocimiento, más que de la búsqueda de aplicaciones específicas. Un ejemplo claro son los transistores, los que no fueron inventados por industriales, sino por investigadores que trabajaban en la mecánica cuántica y la física del estado sólido.
Para su éxito se requieren buenas políticas, claras y estables, se debe planificar a largo plazo, consolidar a los grupos de investigación exitosos que desarrollan ciencia de frontera, y sin los cuales no es posible transformar el conocimiento en desarrollo y bienestar. Solo así esfuerzos exitosos, como lo ha sido el Fondecyt, pueden dar sus mejores frutos.
Dora Altbir D.
Miguel Kiwi T.
Premios Nacionales de Ciencias Exactas
Centro de Nanociencia y Nanotecnología (CEDENNA)
(Léalo en La Tercera o Blog El Mercurio.com) 29/05/2021.